Hoy en día, la tensión y el estrés están muy presentes en nuestra vida. Nadie se libra, vivimos a un ritmo acelerado, el propio de nuestra sociedad y pagamos un gran precio: perdemos la calma y la salud.
Esto nos lleva, a veces poco a poco, otras de repente, a desequilibrarnos y a perder nuestro centro de equilibrio. Cada conflicto, cada situación apresurada y estresante, bien sea en el campo laboral o personal, hace que se acumule cada vez más tensión en nuestro interior, y al final vivimos más desde la negatividad que desde la felicidad.
Demostrado está ya, que dicho estado de tensión es la causa de infinidad de malestares y dolencias tanto físicas como psíquicas. Dolores de espalda, problemas digestivos, cardíacos, dolores de cabeza, ataques de ansiedad, depresiones y otros muchos más tienen en común la ausencia de calma como primera causa.
Así pues, la calma y la relajación se convierten hoy en día en medicinas insustituibles. De ahí el lema del Yoga: " Aporta a tu vida lo que le falta ”, haciendo referencia a esa actitud de pararse y vivirse desde el silencio. Si hay algo que nos falta y nunca nos sobra, es la relajación, tanto como una práctica como una actitud vital.
El Yoga busca recuperar el estado de calma en el que nos sentimos en en nuestro centro y en el que tenemos la oportunidad de rehacernos y reencontrarnos. Es en ese punto en el que la salud real es posible y puede comenzar la sanación. Por ello, el primer objetivo del yoga es que el practicante experimente dentro de si la calma y relajación.
La palabra Yoga se refiere a un estado especial de consciencia en el que el practicante retoma el contacto con su centro. Las prácticas y técnicas de Yoga nos ayudan a recuperar ese centro, desde el cual podemos vivir la vida de forma más plena y saludable.
El Yoga trabaja sobre el ser humano de forma integral, es decir, teniendo en cuenta todos los aspectos que nos conforman: físico, emocional, mental y espiritual. No se olvida de ninguna parte, armonizándolas y cuidando de una buena relación entre ellas.
Las herramientas más habituales que utiliza el yoga para hacer este trabajo son: ejercicios y posturas corporales (Asanas), prácticas de respiración consciente (Pranayamas) y técnicas de relajación y meditación.
PRACTICA YOGA, SIN DUDA LA MEJOR ACTITUD ANTE LA VIDA.