El yoga infantil utilizamos el juego para ayudar al crecimiento del niño y a la niña a todos los niveles. A partir de aquí, se fomenta el autoconocimiento, la expresión de emociones, el control de la energía, la relajación…

Los niños y niñas parten del conocimiento de su propio cuerpo para llegar al conocimiento de sí mismos. Desarrollar una relación sana con el cuerpo les ayudará a relacionarse mejor consigo mismos. Por eso es importante conocer su cuerpo, sus posibilidades y limitaciones, su equilibrio, su movimiento... siempre desde una perspectiva positiva. Desde este conocimiento corporal las niñas y niños mejoran su equilibrio, su esquema corporal y su psicomotriciad general, aprendiendo a jugar con el cuerpo y a relacionarse con el entorno y los demás desde sí mismos. El conocimiento del propio cuerpo les lleva también a darse cuenta de sus posturas, de sus movimientos, de sus dolores... siendo el yoga un elemento clave para la prevención de problemas derivados de malos hábitos postulares. Actualmente muchos niños y niñas sufren dolores de espalda debido a estas malas posturas. A través del yoga aprenden a recolocarse para tener un cuerpo más sano, fuerte y coordinado.

A lo largo de la clase de yoga también cuidamos las emociones. Los niños y niñas están moviéndose entre las diferentes emociones de forma constante, muchas veces sin saber muy bien qué es lo que sienten. Está demostrado que una mayor inteligencia emocional está relacionada con un mayor éxito y felicidad en la vida, por tanto, trabajar la inteligencia emocional a etapas tempranas es de suma importancia. Las emociones hay que reconocerlas, aceptarlas y expresarlas de un modo adecuado, sin herir a los demás ni a uno mismo. Desde la clase de yoga acompañamos las emociones con respeto y en un clima de confianza, así como aprendemos herramientas para gestionarlas como la respiración o la relajación. Las niñas y niños son capaces, por tanto, de utilizar estas herramientas en su día a día para mejorar su autocontrol emocional sin bloquear nada de lo que sienten.

El ritmo de las clases es suave, dejando tiempos de parada, de silencio y de concentración. Ofrecemos espacios para sentir, para darnos cuenta de como estamos en cada juego, en cada postura, tras cada respiración. Compartimos nuestro sentir con los demás y aprendemos de cada persona que nos rodea. De esta forma los niños y niñas mejoran su concentración, su capacidad de atención y expresión, así como a respetar las opiniones y sentimientos de los demás, sean o no como la suya. 

Un punto clave en las clases de yoga es la relajación, ofreciendo a la infancia un momento de calma y tranquilidad que a veces no encuentran fácilmente en el día a día. Poco a poco descubren los beneficios de la clama y la relajación, siendo capaces de buscar esos mismos momentos en su vida diaria.

A través del yoga, los niños y niñas van conociéndose a todos los niveles, descubriendo su cuerpo, sus emociones, sus pensamientos y encontrándose con ellos mismos en un clima de amor, respeto, confianza, comprensión y cuidado. Todo ello desde una propuesta lúdica.

☺ Mejora el conocimiento del propio cuerpo, la coordinación, fuerza y equilibrio

☺ Previene los problemas de espalda

☺ Ayuda a conocer sus diferentes sensaciones 

☺ Aprenden a respirar y relajarse

☺ Permite aprender a canalizar la energía y adaptarla a las actividades de cada momento

☺ Favorece la expresión en un clima positivo

☺ Desarrolla la aceptación de uno mismo y de los demás

☺ Mejora la capacidad de atención, concentración y memoria

☺ Desarrolla la inteligencia emocional 

☺ ¡¡ADEMÁS ES MUY DIVERTIDO!!